La lectura es quizás una de las mejores aficiones del mundo y una de las más sanas. Ya sea ficción, un periódico o un poema, la lectura no sólo es educativa e informativa, sino que también es entretenida y relajante.
Desde la infancia, nuestros padres, doctores y maestros nos han señalado incansablemente que leer es bueno. Mucho se promocionan los beneficios para la salud y el bienestar que la lectura proporciona, pero exactamente ¿qué efecto tiene en el cerebro la lectura?
A lo largo de los años, los médicos, científicos e investigadores han confirmado que la lectura es una actividad que reduce el estrés y que puede disminuir el ritmo cardíaco y la presión arterial, ofreciendo valiosos beneficios físicos. Leer es una de las mejores aficiones que puedes tener y una de las más sanas.
Pero además, se ha comprobado que la lectura mejora los recuerdos de las personas, aumenta la capacidad cerebral e incluso incrementa las habilidades empáticas. La lectura incluso se ha vinculado a una vida más larga.
Cuando leemos, la conexión entre la corteza temporal izquierda del cerebro, el área asociada con la recepción del lenguaje, es mayor. Además, se ha comprobado que esa actividad intensificada continúa durante varios días después de la lectura.
Pero la lectura también aumenta la actividad en el surco central del cerebro, región responsable de la actividad motora sensorial primaria. Cuando leemos, las neuronas en esta área del cerebro se activan para crear una sensación no sólo de la acción del libro, sino de experimentar las acciones y los sentimientos de los personajes. De este modo la lectura aumenta la conectividad del cerebro.
Los científicos han descubierto evidencia de que la instrucción intensiva para mejorar las habilidades de lectura en niños pequeños hace que el cerebro se vuelva a cablear físicamente, creando nueva materia blanca que mejora la comunicación dentro del cerebro.
Se ha comprobado que la lectura mejora los recuerdos de las personas, aumenta la capacidad cerebral e incluso incrementa las habilidades empáticas.
La lectura implica varias funciones cerebrales, incluyendo los procesos visuales y auditivos, la conciencia fonémica, la fluidez y la comprensión, entre otros. De acuerdo con un estudio, la lectura le da al cerebro más tiempo para detenerse, pensar, procesar e imaginar la narración.
Este aumento de la actividad mental ayuda a mantener la memoria y otras funciones cerebrales, de manera análoga a como el ejercicio físico fortifica los músculos.
